39 Ministros Extraordinarios y 201 Renovaciones
Con la presencia del Obispo Diocesano Mons. Oswaldo Azuaje Pérez, el pasado sábado 14 de Marzo en la Parroquia Ntra. Señora de la Candelaria de la Urb La Beatriz, fueron instituidos 39 nuevos ministros extraordinarios de la Sagrada comunión pertenecientes a las 17 parroquias del Arciprestazgo de Valera. Así mismo 201 laicos comprometidos renovaron su compromiso de servicio para un total de 240 ministros extraordinarios de la Comunión, quienes recibieron de la primera autoridad diocesana el compromiso de administrar la Sagrada Comunión a los enfermos de sus comunidades parroquiales. Los presbíteros Francisco Linares y Alexander Infante fueron los encargados de preparar, de acuerdo a las exigencias de la Iglesia, tanto a los nuevos instituidos como a quienes renovaron su ministerio.A las 6 de la tarde de este sábado, El Señor Obispo presidió la Eucaristía del acto acompañado de algunos párrocos del Arciprestazgo de Valera y del rector del seminario Diocesano y animo a los comprometidos con las siguientes palabras en su homilía.
Doy gracias por todos ustedes al Señor, que en su infinita misericordia nos ha llamado para responderle en diversas maneras, pero siempre a su misma voz que nos llama a seguir sus pasos y que ha confiado en nosotros, sabiendo que por su infinita misericordia nosotros con humildad y sencillez le decimos si, aun sabiendo que no somos ni humana ni divinamente perfectos pero que sí queremos caminar guiados por El, queremos responderle con amor siendo discípulos misioneros en esta Iglesia trujillana y en toda la Iglesia Universal a la cual servimos siendo ella misma servidora de la humanidad…El Papa Francisco desde el Inicio de su pontificado nos ha estado invitando a mirar con ojos nuevos a Dios que está deseoso de establecer la relacion de amistad con todos nosotros , siempre ha sido así, pero este Papa ha insistido mucho en la ternura y en el amor, en la Misericordia de dios y en contra partida nos ha ido invitando a que nosotros respondamos de la misma manera con que dios se dirije a nosotros, que nos ha mirado con amor, que nos ha mirado con misericordia, Dios sabe de nuestros pecados y debilidades, sin embargo no cesa de llamarnos... Dios nos ha mostrado en Jesús su rostro y nos ha enseñado a que nosotros que hemos recibido tanta misericordia y tanta ternura de Dios, igualmente le respondamos a El con amor y con ternura... Ustedes queridos hermanos y hermanas han sido llamados por este Dios amor, Dios Misericordioso, Dios medico que viene a curar las heridas de todos nosotros que somos pecadores. Ustedes han sido llamados por El para prestarle su corazón, su mente y sus manos, sus pies para acudir al enfermo, al necesitado al agonizante para llevar en nombre de Dios, la eucaristía celebrada por el sacerdote, para llevar el pan de vida y la bebida de Salvación y quien comulga con este pan, comulga con Dios entero, Con Cristo entero, ustedes han sido llamados entonces, desde el testimonio de su vida, desde la fidelidad a Cristo y a la Iglesia a ser testigos de un amor que ustedes llevan y acarician en sus manos y colocan en la boca de esos hombres y mujeres que necesitan de ese pan de vida y de esa bebida de salvación que ustedes portan, que ustedes llevan, algo muy delicado, y muy sublime algo que la comunión que en la Iglesia tiene una referencia a Cristo Pastor y Sacerdote eterno. Ustedes que si bien no ejercen el ministerio sacerdotal como un servicio que Cristo lego a sus apóstoles y quienes ellos le trasmitieran, sin embargo ustedes como pueblo sacerdotal también enviados por estos apóstoles del Señor que son los legítimos pastores de la Iglesia que son el Obispo y sus sacerdotes llevan también en sus manos el pan de vida. ¡Qué hermoso es y qué importante es que haya una coherencia de vida entre aquello que ustedes reciben y en lo que ustedes están llamados a creer , la práctica de vida del testimonio para que cuando lleguen a las casas donde son enviados, les reciban como recibirían a Cristo mismo, porque ustedes lo hacen como Cristo y en nombre de Cristo enviados por sus Iglesia parroquial, donde están sus pastores y en obediencia a ellos. Ustedes lo hacen por un envío de su Pastor Obispo y por ese pastor que es representado por su párroco. Les insisto mucho en esta obediencia , una obediencia que es misterio de amor y de comunión, como quien obedece a Cristo representado por sus pastores. Sus párrocos les envían con amor confiando en ustedes, sus párrocos les envían con la misma ternura de dios de la que tanto habla el Papa Francisco para que tanto sus párrocos como ustedes, que lo representan igualmente, le lleven la ternura de Dios a todos los lugares, a todos los hogares y a las casa donde vayan.Jesús no vino a buscar a los justos, vino a salvar a los pecadores y ustedes serán un instrumento de salvación allí donde vayan, por tanto la importancia de ser testigos de Cristo. Lo hacen por amor y con amor llegan a aquellos lugares, no por una pretensión humana, ni por un beneficio económico, (sino) por el beneficio más grande que pueda existir sobre la tierra que es el amor, amor que se da y que siempre es correspondido por aquellos a quienes nosotros damos la vida y damos todo. A ustedes les corresponde pues, ser testigos como ministros extraordinarios de la eucaristía, lleven también una vida extraordinaria, para eso les envío, confío en todos y cada uno de ustedes.Encomendamos este encuentro al amor del Señor que nos une "Donde dos o más están reunidos en mi nombre allí estoy yo en medio" y La Virgen María la fiel amiga, la fiel madre, la fiel discípula, la fiel testigo esta también con nosotros de manera espiritual para hacer camino con su amor grande e inmenso y mirando a Dios nos mira a nosotros y nos enseña a hacer como ella misma hizo: amar, amar y mas amar, Amén!”
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